lunes, 16 de febrero de 2015

NAVEGACIÖN DE ARROYOS Y RÏOS PEQUEÑOS

  Una de las cosas más agradables de la vida, es navegar a remo los arroyos y ríos pequeños del interior de los países. La embarcación más apropiada para ello, hasta el momento, son las piraguas plásticas, estilo canadiense. Aquí damos algunos consejos.

    PARA NAVEGAR AGUAS ABAJO

1- Navegue con la menor carga posible. Mientras más peso lleve a bordo mayor será la obra viva, parte sumergida de la embarcación, y por lo tanto tendrá mayores probabilidades de tocar fondo, le costará más guiar la piragua y reducirá su velocidad.
2- Reme sin tirar agua a bordo. El agua dentro de la embarcación es un lastre (peso inútil), sólo produce una mayor obra viva.
3- Lleve achicador. Por los mismos motivos anteriores lleve un achicador (un recipiente de boca grande), y úselo con frecuencia para achicar (sacar agua de adentro la embarcación).
4. Lleve la embarcación sin escora. Distribuya bien el peso para ello. Con la piragua escorada (inclinada para una u otra banda), no podrá maniobrar en los rápidos y perderá velocidad.
5- La embarcación debe navegar ligeramente levantada de proa (de adelante). Esto permite una más rápida y fácil maniobrabilidad, y además por el planeo del fondo de la piragua, permite ir más ligero con menor esfuerzo.
6- Busque la correntada (Parte honda del arroyo o río, donde el agua corre más rápido y tiene mayor potencia), y métase allí sin miedo. En la correntada navegará con menor esfuerzo físico y tendrá menos posibilidades de tocar fondo, o de chocar con una piedra. Fuera de los rápidos, en la correntada no suele haber piedras.
7- No atraviese, ni deje atravesarse la piragua. Si lo hace, en la correntada indefectiblemente volcará.
8- Mire con atención la superficie del agua delante suyo. Así podrá ubicar y seguir la correntada. Siempre hay una pequeña diferencia entre la superficie de la correntada y las partes playas, provocada por el viento y la corriente del agua.
9- Si vé una hilera de burbujas en la superficie del agua, sígalas. Allí está la correntada.
10- Navegue en silencio, sin hacer ruídos innecesarios. Ello le permitirá escuchar el sonido de las rompientes en los rápidos, con suficiente antelación.
11- Si escucha rápidos disminuya la velocidad lo más posible. Donde hay rápidos existe menos profundidad y el agua de la correntada incrementa su velocidad y potencia. Además allí tendrá que hacer ciertas maniobras y si vá muy rápido no tendrá tiempo para ellas.
12- Fuera de la correntada no podrá pasar navegando los rápidos. Ni lo intente.
13- Bájese lo menos posible de la embarcación. Desembarcar de la piragua le hará perder tiempo y lo expondrá a los accidentes, especialmente sobre los rápidos.
14- No descienda en la correntada. Si cree que no puede pasar navegando un rápido, diríjase a la orilla y desembarque antes del mismo.
15- En los rápidos use sin miedo el mango del remo, las manos y, si es necesario, los piés para  pasar sin rozar las piedras. Ahí esta lo más hermoso de la navegación. En la correntada casi siempre se pueden pasar los rápidos, especialmente si los remeros de la piragua son dos.
16- Si después de estos consejos rompe alguna embarcación, dedíquese a otro deporte.

Estos consejos no sirven para navegar estos arroyos y ríos aguas arrlba, o cuando estan crecidos, ni tampoco ríos profundos. Allí hay que tomar en cuenta otros factores y por ende algunas técnicas varían.

Prof. Ernesto Fidel Atencio
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domingo, 15 de febrero de 2015

NAVEGACIÓN DE ARROYOS Y RÏOS PEQUEÑOS. PARTE 2

  NAVEGACIÓN  AGUAS  ARRIBA

Para navegar los arroyos y ríos de poco caudal aguas arriba, debe considerar que no podrá pasar los rápidos navegando y que allí suelen haber pozos profundos. Por lo tanto baje antes y páselos por la costa.
También tiene que tener en cuenta que navegar por la correntada se puede poner pesado y exigirle mucho esfuerzo, por lo cual cuando es posible tendrá que hacerlo por la orilla. Además navegando
 en contra de la correntada, la piragua puede atravesarse con más facilidad y volcar.
Los demás consejos valen.


  PARA NAVEGAR LOS ARROYOS Y RÍOS PEQUEÑOS CUANDO ESTÁN CRECIDOS

Estos arroyos y ríos, como son angostos, aumentan fuertemente su caudal y corriente cuando están crecidos. Lo mismo sucede con las partes donde se salen de cauce. Mientra en el cauce principal la correntada será muy fuerte. Por ello, en estas circunstancias, es preferible quedarse en casa o en la costa. Si por alguna cuestión debe navegarlos crecidos, use sólo embarcaciones pesadas y equipadas con propulsión a motor. Lleve salvavidas.


PARA NAVEGAR EN RÍOS PROFUNDOS Y GRANDES EN PEQUEÑAS EMBARCACIONES

Hágalo sólo por la orilla, por la fuerte correntada de su cauce principal, y para no entorpecer el tránsito de las embarcaciones mayores y naves, aunque tenga que soportar el oleaje que producen las mismas. Siempre use salvavidas, pueden salvar su vida o la de otra persona.
Le recomiendo, de ser posible, dejar los ríos profundos y grandes para las embarcaciones mayores y se ahorrará muchos disgustos y peligros. Recuerde que las naves no tienen frenos, sólo pueden dar marcha atrás y eso les lleva su tiempo. Siempre que lo vean y consideren conveniente hacerlo, pues ellos también tienen sus propios problemas de navegación y por supuesto son mayores que los suyos.


NOTA: A veces es necesario, y en otras ocasiones imprescindible, el uso de salvavidas, aunque sean molestos. Por eso es muy bueno que los clubes náuticos obliguen a su empleo, dentro de sus jurisdicciones.

Prof.. Ernesto Fidel Atencio

lunes, 7 de abril de 2014

RIO ARRECIFES

El norte de la provincia de Buenos Aires (Argentina), está dividido en municipios, cada uno de los cuales posee una pequeña ciudad que le sirve de cabecera. Estas ciudades son tan pequeñas (20000 a 100000 habitantes) que todas se caracterizan por algúnos detalles,  faltantes en las otras. La distancia entre unas y otras varía de 30 a 80 kilómetros.
Un día domingo, por la mañana, yendo desde Pergamino, donde vivo, al balneario de Salto para nadar un rato, pasé por Arrecefes en un pequeño automóvil. En ese tiempo el camino directo a Salto no estaba pavimentado.
Así llegué al puente del río Arrecifes, donde dicha ciudad posee un hermoso balneario, pero que no sirve para nadar 100 metros. Tal es así que para los lugareños es sólo un sitio para remojarse, tomar sol, comer a la sombra de los árboles y de paso hacerse ver por lo que podríamos llamar la sociedad del lugar.
Ví cercano al puente un pequeño museo, el cual llamó mi atención. Naturalmente paré y bajé a ver si había algo desconocido para mí.y estuve mirando con cuidado los objetos exhibidos.
Un plano antiguo de mensuras de campos llamó mi curiosidad, porque ahí estaban marcados algunos de los viejos pasos de carretas en el río Arrecifes. Mi curiosidad despertó a su vez la de un señor sesentón, que no se aguantó el preguntarme que llamaba mi atención. Le comenté sobre los pasos en el río Arrecifes y cuan interesante sería navegar el río para ubicar su posición en mapas actuales. Luego de conversar sobre historia unos momentos y no habiendo más que me interesara, me dirigí al automóvil para seguir viaje a Salto.
Estaba por subir al automóvil, cuando dicho señor se me acercó corriendo con otro plano de mensuras, con más pasos, y me comentó con un entusiasmo contagioso que desde niño había soñado con navegar el río Arrecifes, que si le ayudaba él se iba encargar de organizar una navegación del río. Pero que además del fin de conocimientos históricos debía haber un motivo turístico.
NOTA:Así comenzó la más grande aventura de mi vida. Contribuir a la primera navegación organizada del río Arrecifes. A pesar hallarse allí dicho río desde antes que se poblara la región, no había sido navegado por un inexplicable trauma, miedo a sus aguas, de los pobladores. Y encima lo hicimos justo cuando gobernaba el país uno de los gobiernos militares más duro que conoce nuestra historia. Afortunadamente los mismos, al parecer, estaban imbuídos de los principios de progreso nacional del General Perón, un famoso gobernante argentino, y no nos molestaron, ni siquiera las autoridades nos preguntaron que hacíamos.
En la fotografía algunos de los valerosos jóvenes arrecifeños que participaron en las primeras navegaciones del río Arrecifes. De izquierda a derecha: Anzalas, Bergés, Camelli, Pérez, Jordán y Bolinaga.
Profesor Ernesto Fidel Atencio.
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viernes, 4 de abril de 2014

DOCTOR LUIS PACCUSSE

Tiempo después supe quien era ese señor. Era el caudillo peronista de Arrecifes, el Doctor (abogado) Don Luís Paccusse, quien acababa de fundar el museo histórico arrecifeño por segunda vez. Un opositor político le había cerrado el anterior, que fundó siendo Comisionado Municipal. Como suele ocurrir en estas pequeñas ciudades del interior, una mitad de la población le consideraba y la otra lo ignoraba intencionadamente. Ello se debía principalmente a su Máscara, Explico, casi todos los, digamos, aventureros solemos crearnos una Máscara, una falsa personalidad para confundir a los demás y evitar se nos crea peligrosos. Es parte del juego de la vida.
El Dr. Paccusse siendo estudiante universitario en La Plata, apoyó activamente al naciente partido político peronista (Justicialista). Me contó que solía ir de un lado a otro con un cajón de cerveza vacío, para subirse al mismo, y pronunciar discursos partidarios en las esquinas concurridas de la ciudad. Ello y mucho más le valió ser diputado provincial.
Aficionado a los estudios históricos locales se había convertido en un intelectual constructor, una rara clase de intelectual pues la mayoría sólo son declamativos. A su iniciativa se debe el monumento al General San Martín que posee Arrecifes.
El Dr. Paccusse, un acendrado católico, se diferenciaba de otros políticos por su filosofía de vida. Vivía principalmente de su jubilación como diputado y no le interesaba hacer una fortuna como político. El poder solamente lo deseaba para realizar obras y ser útil a sus vecinos y a su ciudad. Además era fuertemente populista, sin ser izquierdista (Los izquierdistas alimentan su activismo político en la envidia y el odio hacia quienes triunfan en la vida). A Paccusse, en la numerosas conversaciones que tuvimos, nunca lo escuché hablar mal o quejarse de alguien porque tuviera dinero. Así y todo, sus ideas peronistas e importancia política le costaron estar preso, durante más de un año, en un gobierno militar, anterior a los militares gobernantes durante los sucesos que narro.
Mientras muchos políticos evitan juntarse con personas más famosas o con mayores conocimientos, para evitar que les hagan sombra. Al Dr. Paccusse, al contrario, le gustaba incorporar personas con talentos superiores en sus proyectos, sin miedo que le hicieran sombra, porque él tenía luz propia.
Nota: La foto es del Tajamar La Merced en el río Salto, entre El Crisol y Arrecifes. Una reliquia del año 1900, aproximadamente.
Profesor Ernesto Fidel Atencio.

domingo, 23 de marzo de 2014

ERNESTO FIDEL ATENCIO

Yo por supuesto no tenía, ni remotamente, el historial o currículum del Doctor Paccusse. Por ese tiempo me ganaba la vida como electricista de automóviles y armado de radios, que luego vendía en un pequeño taller que tenía. A la vez estudiaba matemáticas, en el Instituto del Profesorado local, en Pergamino, norte de la provincia de Buenos Aires, Argentina. También iba frecuentemente, en un autito Citroen 2CV, los domingos a nadar, al balneario de la vecina ciudad de Salto, a unos 60 kilómetros. Además me gustaba realizar investigaciones arqueológicas ocasionales y recoger antiguedades, generalmente sólo cosas viejas (tornillos oxidados, eslabones rotos de cadenas, etc.), en los caminos rurales de la zona.

                           ELEMENTOS  MONETALES  PRIMITIVOS
                           EN  EL  ARROYO  PERGAMINO

En uno de dichos viajes a Salto, cortando camino del pueblo Villa Da Fonte al de Arroyo Dulce, Hallé en el camino de tierra, ligeramente al sud del puente sobre Arroyo Pergamino (Fontezuelas), paraje conocido como Castillo del Diablo, el asentamiento de un toldo indígena muy antiguo, probablemente con mil años o más de antiguedad, y encontré allí, luego de numerosas idas sucesivas al lugar, cierta cantidad de valvas fosilizadas de almejas pequeñas (unas 30), aparentemente de la costa marítima uruguaya o norte provincia de Buenos Aires (a unos 300 kilómetros de distancia). A más varios pequeños fragmentos de madera petrificada, con evidente origen de la zona patagónica, a más de 1000 kilómetros de distancia. Por lo cual, al hallarlos allí tan lejos de donde se trajeron, deduje que se trataban de elementos monetales primitivos usados por los indígenas para intercambios, antes de la colonización española.
Y como tal lo expuse por escrito, varios años más tarde, y me lo publicaron en las Terceras Jornadas Argentinas de Numismática y Medallística, realizadas en la ciudad de San Nicolás de Los Arroyos, desde 17 a 20 de junio de 1983, Bs. As..
Había también algunos pequeños fragmentos de cerámica, pero me fue imposible precisar su origen, y lo que parece ser una mano de piedra para mortero o arma.
La foto es de algunas de las valvas de almejas y un trocito de madera agatizada, halladas en Castillo del Diablo.
Profesor Ernesto Fidel Atencio.

viernes, 21 de marzo de 2014

II FORTIN DE LA GUARDIA DEL SALTO

En otro viaje a Salto, había ubicado el antiguo Fortín de La Guardia del Salto y esperaba su declaración como Lugar Histórico Nacional. En realidad había leído en el diario nacional Clarín, en un comentario, que dicho Fortín estaba en el paraje conocido como El Molino Quemado, en el río Salto, anteriormente Arrecifes. Fuí a mirar el lugar y en menos de 15 minutos ubiqué parte de los sillares de tosca (fondo de laguna), de un sector que fue la comandancia. Luego de ir varias veces al sitio para estudiarlo y fotografiarlo, me dirigí, por carta, al Señor Presidente del Instituto Nacional Sanmartiniano, General R.E. Don Carlos A. Salas, haciéndole notar que dicho Fortín, había sido un apoyo logístico en la creación del Ejéecito de Los Andes, pues por allí pasaban los abastecimientos para el mismo, por el Camino Real a Mendoza, y lo interesante que sería declararlo Lugar Histórico Nacional. El General Don Carlos A. Salas me hizo el honor de remitir mi carta a la Comisión Nacional de Monumentos y Lugares Históricos con la petición a mi nombre.
Como resultado el Señor Presidente de la Nación, General Roberto Viola, firmó el Decreto Nº 960, del 10/8/1981, declarando a dicho sitio Lugar Histórico Nacional.
En posteriores conversaciones con el historiador salteño (Bs,As.) Don Gumersindo Roldán, me dijo que él había hecho el comentario relativo a la ubicación del Fortín de La Guardia del Salto, en El Molino Quemado, a un periodista del diario Clarín que lo entrevistó, por haberlo leído en un trabajo del Profesor Domínguez, quien lo ubicó a principios del 1900, cuando se mantenía mejor conservado.
          
                          PASOS DEL RIO ARRECIFES

Además me interesaba la ubicación de los pasos en el antiguo río Arrecifes, para determinar por donde lo había cruzado el General San Martín a su regreso del Perú, eludiendo los destacamentos enviados por Rivadavia, para detenerlo. Y también quería saber cual era el paso donde se habían extraviado 300 kilogramos de oro, en el siglo XIX. Lamentablemente, el río Arrecifes además de los pasos transversales (Baradero, Balneario Arrecifes, Bustillo. Salto, Portada General San Martín, de Hunter,etc.), poseía numerosos pasos con bajadas laterales al curso del río (Paso del Cañón, Paso de Juarez, etc.), de muy difícil ubicación. En realidad hay que pararse en el barranco, encima de la bajada, para verlos, siempre que la vegetación no lo impida.
Así que adherí instantaneamente a la idea del Dr. Paccusse.
Profesor Ernesto Fidel Atencio,
Esto sigue, en las páginas siguientes.

jueves, 20 de marzo de 2014

III FORTIN DE LA GUARDIA DEL SALTO

Copia del DECRETO Nº 960, del 10/8/1981, declarando Lugar Histórico Nacional al sitio en que todavía se hallan algunos míseros restos del Fortín de La Guardia del Salto, en el viejo Camino Real de carretas, de Buenos Aires, a Mendoza.
Se halla en el partido de Salto, provincia Buenos Aires, Argentina.

Profesor Ernesto Fidel Atencio
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